Los marketeros no cambian de trabajo por dinero, sino por cultura de empresa

Federico Weidemann Sin categorizar

Uno de los grandes retos a los que se enfrentan las agencias y con los que también tienen que luchar las empresas en lo que a su equipo de marketing se refiere es el de la captación de talento. La industria del marketing es una de las que tiene que luchar contra más problemas en este terreno. Los estudios no paran de demostrarlos. Sus directivos pasan mucho menos tiempo de media en sus cargos de lo que lo hacen los directivos de otros sectores, la tasa de trabajadores quemados es muy alta y la rotación de personal muy elevada, lo que hace que las cosas sean mucho más inestables de lo que deberían ser realmente para conectar de la mejor forma posible con los consumidores. Establecer una buena estrategia de marketing, ajustarse a ella y conectar por tanto con el potencial cliente es muy complicado cuando la rotación de personal no deja que nada se asiente.

Si a eso se suma que en los últimos tiempos la industria tuvo que enfrentarse a otra situación compleja en términos de personal, se puede tener la foto más clara de por qué captar talento es una cuestión difícil y a la vez crucial para las empresas del sector. Los cambios y la incorporación de las nuevas tecnologías han hecho necesario buscar perfiles cada vez más concretos y más especializados, que además no son muy habituales. Hay pocos trabajadores que sean justamente lo que la industria necesita y hacerse con ellos es una de las necesidades de primer orden.

Y quizás en este orden de cosas y en esta necesidad de conectar con esos profesionales se estén tomando las decisiones de la forma no más adecuada. Quizás no se esté comprendiendo bien qué es lo que buscan los trabajadores y qué es lo que hace que prefieran una compañía y no otra para trabajar.

Según el último estudio sobre las razones por las que los trabajadores cambian de empleo, que acaba de elaborar Hays (en este caso sobre una muestra británica), a los marketeros no les interesa tanto el dinero como la cultura de la empresa en la que trabajan. De hecho, están buscando una experiencia profesional que sea mucho más positiva y valoran la cultura del lugar de trabajo y cómo les permita combinar trabajo y vida. Los marketeros son ambiciosos (un 87% se considera así, por encima de la media del 78% en el resto de los trabajadores) y quieren escalar en la escala de personal, pero no por ello quieren renunciar al resto de cosas.

La importancia que dan al dinero es, de hecho, menor que la que dan otros trabajadores. El 40% de los marketeros señala que la paga es el factor decisivo que tienen en cuenta cuando estudian una nueva oportunidad laboral. Su media es menor que la media general, que está en el 45%. El 71% de los trabajadores de marketing reconoce incluso que aceptarían ganar menos en un nuevo trabajo si este les ofreciera una mejor cultura de trabajo. Si el entorno laboral ayuda, por tanto, el dinero es menos importante. La media general entre los trabajadores es inferior, de un 62%.

Por ello, los potenciales empleadores tienen que tener muy claro estos puntos a la hora de buscar talento. Un 94% de los empleadores considera que ya está destacando su cultura laboral como elemento de valor frente a sus competidores. La realidad es menos maravillosa: según los datos del estudio solo un 71% lo hace.

A eso se suma que tienen que responder a otras demandas que los marketeros tienen, como por ejemplo la formación. Muchos de los encuestados dan por hecho (o esperan que suceda) que con un nuevo empleo llegará un proceso de aprendizaje en el que le enseñarán cosas nuevas. Los cursos de formación continua no son un plus, sino algo esperable.

A eso, por supuesto, se tienen que sumar las medidas que permitan la flexibilidad y que limiten el trabajo fuera de horario laboral. A los marketeros conciliar su vida con su trabajo es una de las cosas que les motiva a la hora de cambiar de trabajo.

Todo ello es especialmente importante no solo porque el talento es muchas veces escaso, sino también porque los marketeros parecen mucho más abiertos a cambiar de empleo. Los encuestados creen que lo harán unas cuentas veces: un 88% espera cambiar de empresa al menos 5 veces en su carrera. Solo el 72% como media general de todos los trabajos espera tantos cambios.

Source: Puro Marketing