¿Están los internautas empezando a cansarse de las redes sociales?

Federico Weidemann Sin categorizar

Hace unos años, cuando todo el mundo parecía estar todo el tiempo conectado y seguir con absoluta atención todo lo que ocurría en Facebook, que una persona le comentase a un grupo que ya no entraba en la red social a menos que algo le obligase a hacerlo o que alguien le avisase de que había algo que tenía que ver, podría parecer impensable. Y, sin embargo, eso es lo que está ocurriendo ahora con algunas personas y algunos grupos demográficos. Han dejado de entrar recurrentemente en Facebook o en otras redes sociales. Lo de mi perfil en X lo he cerrado ha dejado de ser algo que solo hacen cuatro contados para convertirse en algo mucho más recurrente.

Se podría decir que estos internautas que están abandonando algunas de redes sociales, no lo están haciendo con todas. Muchos han, simplemente, migrado a otras redes. Muchos de los usuarios que se han saturado de Facebook, por ejemplo, se han ido a Instagram, que está acaparando a los usuarios de ciertas demografías.

Sin embargo, y aunque en el ciclo de la vida de las redes sociales se suelen producir estos movimientos de cambio y estas migraciones de una red a otra, el cambio tiene raíces mucho más profundas. Tras años de boom y de elevado interés, los internautas han empezado a ser cada vez más conscientes de las cuestiones relacionadas con la privacidad, han comenzado a preguntarse cada vez más si quieren realmente estar en todo momento conectados y han alcanzado ya un cierto grado de agotamiento ante tanta información como las redes sociales hacen que reciban. En resumen: los internautas han empezado a cansarse de las redes sociales y a dar muestras de saturación.

Que la cuestión se ha convertido ya en una práctica bastante recurrente y bastante común da fe el hecho de que ya tenga un nombre. En inglés esta realidad empieza a conocerse como social media fatigue, saturación, empacho o fatiga de redes sociales, según las diferentes traducciones al castellano que empiezan a emplearse ya para el término.

«Se está produciendo tanta información, que la gente está empezando a desconectarse», reconocía Chad Hurley, el cofundador de YouTube, en unas jornadas sobre redes sociales hace unos meses, adelantando que creía que «en unos años» se iba a asentar la fatiga de redes sociales. Frente a este presente de adictos a lo que pasa en la pantalla del teléfono, el futuro será un futuro de gente desconectada (o al menos de alguna gente desconectando de esta avalancha informativa).

A eso habría que sumar que algunos hechos y eventos acaban generando cierto hartazgo informativo que acaba afectando a las redes sociales. Las elecciones de Estados Unidos son uno de los ejemplos que se suelen emplear sobre esta cuestión: todo el mundo estaba hablando en redes sociales de Donald Trump y polemizando más y más sobre el tema en ellas, lo que tuvo un efecto hartazgo en no pocos internautas.

Tomarse vacaciones de las redes sociales

Si a eso se suma que los jóvenes están empezando a intentar ‘desengancharse’ de las redes sociales (como apuntan en un reportaje del Financial Times), porque están empezando a saturarse con la publicidad y con el postureo en redes sociales, se puede tener una foto completa. «Mi vida ha estado online desde que tenía 12 años», apuntaba una de las millennials con las que hablaban en el reportaje. Años después, llega el momento del hartazgo.

Un 34% de los internautas se ha desconectado de la red en algún momento de forma voluntaria, según un estudio de la británica Ofcom. Y el 60% de los adolescentes estadounidenses se han tomado en algún momento ‘vacaciones’ de redes sociales, dejando una semana sin actividad sus perfiles. Muchos lo han tenido que hacer porque sus padres les obligaron, pero un impresionante 65% lo ha hecho porque simplemente querían hacerlo. En Nueva York, donde suelen empezar tantas modas, ya hay quienes se ‘desintoxican’ de redes sociales, pasando de ellas (y confirmando que han perdido su lado cool).

Y, a medida que aumenta el peso de las noticias falsas, la contrainformación y la post verdad, el cansancio de redes sociales va progresivamente en aumento, lo que podría convertirlo en una de als grandes tendencias de 2017, como apuntaba un estudio de Telenor.

Lo que esto cambia

Todo esto tiene efectos directos sobre los diferentes jugadores del mercado que han visto cómo sus resultados y sus actividades diarias se iban viendo afectadas por las redes sociales. Para las compañías de ese sector, el efecto que pueda tener la fatiga está claro y es absolutamente preocupante, ya que afecta directamente a su propio modo de vida y a su actividad.

Pero lo cierto es que no solo ellas se ven afectadas. Las empresas en general, que se han hecho de las redes sociales un pilar de su estrategia de marketing en internet, también tendrán que tenerlo muy en cuenta cuando ajusten lo que hacen y cómo lo hacen. Si quieren llegar a los consumidores, quizás tendrán que pensar nuevamente cómo lo hacen a través de las redes sociales.

Source: Puro Marketing