Beach-towel commerce: los consumidores empiezan a comprar desde la playa

Federico Weidemann Blog

Los consumidores empiezan a aprovechar el tiempo que están tirados en la toalla relajándose para comprar

Cuando llega el verano, los consumidores escapan a las vacaciones. Es un hecho que hace que las marcas reajusten por completo lo que hacen y que modifiquen sus estrategias para adecuarse a lo que están haciendo esos consumidores en ese momento concreto. Una de las ideas que se tienen habitualmente es que durante el verano baja el consumo por así decirlo tradicional y que se migra hacia otro terreno. Es decir, dejamos de comprar como lo hacíamos el resto del año o lo que hacíamos el resto del año y nos centramos en la temporada y en consumir lo que toca. Compramos más viajes, interactuamos más con los hoteles online y renunciamos a la rutina tradicional.

Pero ¿es eso completamente cierto? ¿Dejamos en verano de comprar como lo hacíamos el resto del año o simplemente se migran ciertos comportamientos a nuevos escenarios?

En verano aparece un nuevo tipo de comportamiento, el que algunos llaman, como recogen el The Drum, el beach-towel commerce, el ecommerce de toalla de playa, se podría traducir, y que viene a ser simplemente el comprar desde la toalla de la playa.

Si algo han logrado los dispositivos móviles es que los consumidores hayan aprendido a usar los ratos muertos para hacer más cosas: nos hemos convertido en los maestros de la multitarea y en los que no saben tener un momento para no hacer nada. Ahora, todos los minutos se pueden aprovechar para algo y en todo momento se puede hacer otra cosa. Para el comercio electrónico esto ha supuesto la apertura de una suerte de 24 horas sin parar de oportunidades de consumo. Los compradores, por ejemplo, se han acostumbrado a aprovechar los viajes en transporte público para consumir y para hacerse con productos.

Los consumidores aprovechar el tiempo que están tirados en la toalla relajándose para comprar

El tiempo en el metro sirve para investigar qué se quiere comprar y para posiblemente hacer clic y hacerse con ello. Hace unos años, los outlets online lanzaron todos aplicaciones y vieron como los consumidores se lanzaban a comprar en la red directamente de camino el trabajo (especialmente preocupados porque los productos eran limitados). Ahora, la cuestión es mucho recurrente y mucho más variada. Algunos ya lo han bautizado como commuter commerce.

Lo mismo empieza a ocurrir con el verano y las vacaciones. Los consumidores empiezan a aprovechar el tiempo que están tirados en la toalla relajándose para comprar (de ahí beach-towel commerce), usando para ello sus tablets y sus smartphones. Como acaba de demostrar un estudio, sobre una muestra estadounidense, los consumidores se llevan cada vez más (lo hacen la mitad de los estadounidenses que se van de vacaciones en julio) sus tabletas y sus móviles para investigar y emplean estos dispositivos para navegar entre los productos que les interesan desde la toalla de la playa.

Por qué no se puede descuidar el verano

¿Qué implica esto? La lección principal que tienen que sacar las marcas es que cada vez hay menos tiempos muertos y que por tanto no pueden bajar nunca la guardia. Ahora mismo, con un consumidor siempre conectado y que siempre puede estar al acecho de la marca, las compañías no pueden permitirse no estar a la altura y no pueden dejar ningún momento sin atención.

Por otro lado, ahora es más importante que nunca estar a la altura en el terreno móvil. Las compañías tienen que asegurarse no solo que sus webs sean mobile-friendly sino que tienen que ser capaces también de ofrecer una experiencia de calidad en un entorno tan limitado como es el móvil. Si los consumidores están accediendo desde este escenario limitado y si están usando sus smartphones para acceder a la web de la compañía desde un espacio con tantas distracciones como la playa, hay que ser capaces de ofrecerles todo lo que quieran encontrar de forma sencilla y directa.

Source: Puro Marketing