Uno de los grandes problemas de internet y de su boom ha sido, tradicionalmente, el hecho de que los contenidos que están ahí disponibles lo hacen sin coste. El consumidor se ha acostumbrado a pagar el acceso a la red, como paga también por ejemplo la línea de teléfono, pero no a hacerlo por lo que la red puede ofrecerle. Para esos contenidos, la publicidad parecía la única vía para financiarse, pero ¿está eso en pleno cambio?
Los consumidores están cada vez gastando más dinero en contenidos. Según un estudio de PQ Media, a nivel mundial ha crecido la inversión que hacen en contenidos y tecnología en un 8,1% entre 2015 y 2016 (los últimos períodos de los que se tienen datos concretos). Las últimas cifras son de un gasto de 1, 645 trillón americano (un billón en España) de dólares en estos productos. Las previsiones son que el gasto que realizan siga creciendo y que, al cierre de 2017 lo haya hecho en un 7% más.
Lo interesante de este estudio no es solo que el gasto en contenidos haya ido en aumento, sino también que permite comprender mucho mejor cómo están cambiando las tendencias. Aunque gastamos cada vez más dinero en este tipo de productos, no lo hacemos por igual en todos. El gasto en medios tradicionales, por ejemplo, no subió al mismo nivel. En los contenidos de siempre solo se gastó un 2% más, lo que hace que lo digital se haya convertido en lo que tiene mucho más potencial de futuro.
A eso se suma, como apunta uno de los responsables del estudio, que durante la crisis económica se produjo una suerte de reajuste del consumo y de cómo se ofrecen ciertos elementos. Los móviles y los planes de datos vivieron una serie de descuentos durante esos años para llegar a los consumidores, lo que ha hecho que más consumidores hayan entrado en este terreno y lo que ha eliminado ciertas barreras de consumo.
Las claves del boom
El boom del contenido digital y la demanda se ha sumado a los precios a la baja de los móviles, la cada vez más elevada velocidad de acceso a internet y la diversidad de planes de precios para hacer que cada vez sean más los consumidores que pueden acceder a este tipo de servicios. Los contenidos digitales ya no son algo que solo esté abierto a unos pocos, sino que ha empezado a globalizarse. Llegan a todas las partes del mundo y a todos los grupos de población.
En los últimos tiempos, apuntan los expertos en los datos del estudio, las clases medias, las regiones con ingresos más bajos y las comunidades rurales han entrado de lleno en la revolución digital y se han convertido en usuarias de estos servicios y contenidos. Así, Europa del Este, Asia o América Latina se han convertido en nuevos mercados clave en expansión, al tiempo que los mercados ya desarrollados siguen viendo cifras muy elevadas de consumo y de interés.
De media, de hecho, los consumidores se están gastando ya en todo el mundo 299,97 dólares por cabeza en contenidos de medios tradicionales y digitales.
Los contenidos favoritos y lo que realmente interesa
¿Qué es lo que más consumimos en medios digitales y qué es por lo que más pagamos online? Según los datos del estudio, los medios digitales movieron 350.000 millones de dólares en 2016. Aunque la publicidad ha sido su tradicional fuente de ingresos, ciertos formatos están creciendo de forma destacada. Volviendo a los datos del estudio de PQ Media, las suscripciones de contenidos digitales han crecido en un 24,4% en todo el mundo durante el año pasado.
Por supuesto, y como no resulta sorprendente, ciertos tipos de contenidos son los que se llevan más y más las suscripciones y el dinero asociado. Los sistemas que permiten acceder a contenidos bajo demanda, ya sea de audio a lo Spotify o de vídeo a lo Netflix, son quienes están teniendo más éxito y quienes acumulan tasas de mayor crecimiento. La clave para triunfar en este terreno está en ‘repensar’ el mercado y crear una estrategia a medida y no tanto en simplemente reutilizar lo que funcionaba en los medios tradicionales en este nuevo escenario.
De hecho, como apuntan en las conclusiones del estudio, si los consumidores están dispuestos a pagar por algo es por contenidos de calidad y exclusivos. Esto es, pagan por aquello que saben que solo podrán encontrar ahí (como demuestra el hecho de que cada vez más firmas de VoD, véase lo que Amazon o Netflix hacen o lo que incluso ha empezado a hacer Movistar para su plataforma, estén empezando a lanzar sus propias series exclusivas).
Source: Puro Marketing