El boca a boca ha sido siempre la más poderosa arma de marketing: ¿cómo competir con la confianza que genera un buen amigo o un familiar? Lo cierto es que las recomendaciones de los conocidos tienen una alta influencia en las decisiones de compra, y en muchos casos, todos preguntamos expresamente a quienes tenemos alrededor sobre el mejor producto o su experiencia con una determinada marca.
Sin embargo, la popularización de Internet ha hecho que tengamos acceso a muchas más fuentes de información sobre los productos, y podemos acceder a todo tipo de reviews y opiniones, desde las de clientes de a pie hasta las de expertos en el sector. Y los usuarios cada vez confían más en los influencers online, algo a lo que las marcas tratan de sacar partido.
Según un nuevo estudio de Twitter y Annalect, 4 de cada 10 usuarios aseguraron haber comprado online un ítem después de haberlo visto usado por un influencer en Instagram, Twitter, Vine o YouTube. Además, el 20% compartió desde su perfil algún producto o servicio que había visto en el canal de un influencer.
Como explican los creadores del estudio a Adweek: «Hace una generación, los marketeros ponían en la caja de cereales el nombre de algún famoso. Ahora que los influencers online pueden vender productos a cualquiera desde el smartphone, esos famosos han evolucionado a influencers «portátiles», gente con un gran poder de influencia y conocidos a través de su presencia social». Y añaden: «La gente está mirando a sus móviles, leyendo lo que los influencers dicen y contándoselo a sus amigos».
En la actualidad, las marcas que usan influencers son tan variadas como estas estrellas online que trabajan promocionándolas, pero lo que tienen en común es que, en todos los casos, los influencers pueden funcionar en Twitter como una «máquina de ROI», algo que pone de manifiesto este estudio. Así, mientras los usuarios expuestos a un tuit de marca tienen tres veces más probabilidades de comprar ese producto, entre aquellos expuestos también a un tuit de un influencer la probabilidad se multiplica por cinco. Y además, mientras un 56% dicen seguir las recomendaciones de sus amigos. un 49% hacen lo propio con los influencers, lo que indica un altísimo grado de confianza.
Por otro lado, la influencia es mayor entre los millennials, que son los que siguen más activamente perfiles de influencers en las redes sociales. De hecho, un tercio de los adolescentes y jóvenes siguen a creadores de Twitter o Vine en Twitter, un 47% más que los usuarios de otras generaciones (y el porcentaje sería aún mayor si se analizasen otras plataformas sociales).
Los influencer dejan fuera de juego a celebrities y famosos
Los influencers son ya casi tan respetados como nuestros amigos y conocidos, y esto se debe a que seguir un perfil en Internet da una sensación de cercanía y honestidad que las figuras públicas nunca tendrán. Y así, a pesar de que durante el pasado siglo se erigió el reinado de famosos y celebridades (en marketing) Internet dio un vuelco a la situación.
Otro análisis de TapInfluence repasó como ha cambiado el epicentro de la influencia en los últimos años, especialmente a raíz del boom de blogs y redes sociales. Así, la influencia se ha descentralizado, y los que consiguen influir en las decisiones de compra no son los famosos tradicionales, sino blogueros, tuiteros, youtubers o instagrammers especializados, con millones de followers y ratios de engagement muy positivos. Es decir, un «hombre de la calle», pero uno que ha logrado convertirse en referente en una temática concreta.