El marketing de contenidos se ha convertido en una de las herramientas que las marcas y empresas emplean con más interés y con más entusiasmo de las últimas que ha propiciado la red. Los contenidos resultan muy valiosos e interesantes para ellas, ya que les permiten llegar a los consumidores de un modo que los otros formatos empleados online no permitían. Los consumidores quieren los contenidos y los ven como un valor añadido.
Pero uno de los grandes errores que cometen las empresas cuando se lanzan a hacer estos contenidos es el de pensar que hecho el contenido, hecho está el trabajo. Los visitantes empezarán a llegar de forma masiva. En realidad, los contenidos tienen que ser posicionados y las marcas tienen que trabajar para hacérselos llegar a los consumidores. Una de las maneras de hacerlo es un viejo conocido de la estrategia de marketing online, el SEO.
Aunque el SEO no es realmente algo nuevo y aunque llevamos años hablando de ello y de lo que se debe hacer (y lo que no) a la hora de posicionarse en internet, las empresas siguen cometiendo ciertos errores básicos que hacen que sus contenidos no lleguen como deberían llegar a los consumidores. Siguiendo las conclusiones de un análisis de MarketingProfs, estos son los 8 errores básicos que se siguen cometiendo y que deberían dejar de cometerse de una vez por todas.
Usar contenido demasiado corto
Los tiempos en los que escribir un par de párrafos era suficiente para estar en internet y hasta posicionarse, porque lo importante era otra cosa, han terminado. Y lo han hecho además hace mucho tiempo, así que seguir insistiendo en ello es no solo un error sino uno que debería ser evitado. Google ha empezado a premiar los contenidos más largos y más profundos, porque consigue mucha más información en ellos sobre de qué van y qué tratan y también porque ha empezado a premiar al trabajo en profundidad y de calidad. Y esta calidad suele ir ligada a los textos extensos. Según algunos estudios, los contenidos que se posicionan en las primeras páginas de búsqueda en Google tienen unas 2.400 palabras.
No usar ni una triste imagen
Igual que es importante el propio contenido – y el contenido escrito – también lo es el otro tipo de contenido que acompaña al texto. Y, aunque pueda parecer una obviedad, sigue siendo un elemento en el que se falla al hacer estrategia de contenidos. Una página llena de texto en la que no hay imágenes (o son pequeñas, o son de poca calidad) ni ningún otro elemento de diseño no solo espantará a los buscadores (Google, al final) sino que además también lo hará con los lectores. Nadie quiere leer un mazacote de texto y, aunque entren en algún momento, huirán espantados rápidamente (lo que tampoco será muy positivo: Google valora los tiempos de permanencia)
Errores de contenido y de escritura
Como recuerdan en el análisis, técnicamente no son errores de SEO, aunque tienen un impacto indirecto en el mismo. Los errores restan credibilidad a la página y hacen que las cosas se vean con ojos peores, lo que a la larga hace que el SEO se resienta. Nadie usa como fuente a sitios poco creíbles, lo que impacta en los links entrantes.
No emplear elementos que ‘rompan’ en contenido
Títulos, subtítulos, listas… Todos son importantes porque ayudan al motor de búsqueda a comprender mejor la estructura de la página. También lo son porque permiten conectar mejor con el lector y mantener su atención en un tiempo en el que la atención es algo escaso.
Párrafos infinitos y pocas pausas
Algo similar ocurre con los párrafos demasiado largos o con el texto que parece no tener pausas. Los lectores suelen abandonar antes incluso de hacer el esfuerzo de leerlo.
No linkar a nada
Cierto: ser el protagonista de los links de otros es muy importante y consigue que las cosas se posicionen mucho mejor. Sin embargo, no todo es recibir links sino también emitir links. Citar a las fuentes es crucial, ya que ayuda a aumentar la credibilidad del contenido ante los lectores y ya que Google también lo tiene en cuenta. Un estudio comparó los resultados que lograban de forma orgánica páginas con y sin links outbound y descubrió que quienes lo tenían funcionaban mucho mejor.
No promocionar el contenido
Otros de los fallos y otra de las creencias cuestionables de los responsables de contenido es el pensar que una vez que lo hagan todo bien ya aparecerán por arte de magia en el puesto uno y que ya lograrán muchísimo tráfico. Lo cierto es que las cosas no funcionan exactamente así y nada pasa de la noche al día. Hay que hacer un trabajo de posicionamiento y hay que esforzarse para hacer llegar los primeros lectores. Hay que hacer un trabajo arduo promocionando el contenido y haciendo que los lectores lleguen al mismo.
No optimizar las metaetiquetas
Igualmente, otro de los errores que se cometen – este un poco menos de nivel principiante – es el de no optimizar la información meta del contenido. Esto es, no trabajar para hacer mejores los títulos y las descripciones del contenido. No es el primer error, ni el más grave, pero si uno de los que se pueden subsanar fácilmente. Solo hay que añadir algún plugin al editor de texto con el que trabajamos para solucionar el problema para siempre.
Source: Puro Marketing