Uno de ejemplos tradicionales que se ponen sobre cómo las nuevas tecnologías pueden cambiar la estrategia de negocio y pueden convertir a una compañía en una apuesta exitosa es Amazon. Amazon es el recurrente ejemplo de cómo emplear las herramientas de nueva generación para llegar al consumidor. La compañía ha hecho de acumular información y conocer al consumidor la clave de su éxito y los datos les permiten no solo captar compras sino también hacer que los consumidores vayan a veces más allá. Sus algoritmos son capaces de peinar las tendencias y de potenciar por tanto que los consumidores encuentren los productos que buscan y los relacionados con ellos. ¿Quién no acabó comprando alguna vez un libro gracias a lo que de ‘los clientes que compraron este producto también compraron’?
La compañía ha sabido, además, emplear estas herramientas para hacer una experiencia de compra mucho más personalizada. Lo que el consumidor ve cuando accede al site no es lo mismo que ve cualquier otro comprador. La página de inicio está muy marcada por los hábitos de compra y por los intereses que ha mostrado el consumidor, lo que hace no solo que sienta que la tienda está pensando en él, por así decirlo, sino también que compre más.
Esto son los elementos tradicionales que se señalaban cuando se hablaba de cómo Amazon está cambiando las cosas. Sin embargo, la firma no se ha quedado ahí y como recuerdan en un análisis en Forbes también está empleando las últimas tendencias para conectar con los consumidores.
Y ahí es donde entra Alexa y la nueva funcionalidad que han añadido. Alexa es el asistente virtual que Amazon ha creado y que ha lanzado ya en Estados Unidos, donde está creciendo bastante y se está convirtiendo en uno de los nombres fuertes de ese mercado. Los asistentes son, como apuntan los análisis, uno de los elementos que funcionarán como disruptivos en el futuro inmediato, ya que están propiciando una nueva relación entre consumidores y marcas.
En el caso de Alexa, es también una pasarela para recuperar más información y sobre todo marcar más qué puede comprar el consumidor. Desde el punto de vista de los usuarios, es como si Amazon hubiese invadido un nuevo espacio de la vida privada. Desde el de las empresas, es una nueva manera de llegar al comprador, adueñarse de más decisiones de compra y vender más (y, por tanto, uno más para la lista de cosas que se suelen añadir a cómo Amazon usa la tecnología para vender más).
Alexa emplea inteligencia artificial y usa las grandes cantidades de datos que la compañía tiene para conectar con el consumidor y, al final, marcar sus decisiones de compra. No hay más que pensar en el último movimiento de la compañía, que ha creado un asistente para el asistente en términos de moda. Se llama Echo Look y, por muy cool que pueda parecer a simple vista, es una vía más para acabar llevando al consumidor a comprar más.
El usuario solo tiene que pedir a Alexa que le haga fotos con su ropa. Una vez hechas esas fotos, la imagen se usa para cruzarla con todo lo que Amazon tiene. Partiendo de datos sobre el propio usuario y sobre las tendencias, Echo Look te dice lo que te queda bien y mal y te da recomendaciones de estilismo. Como apuntan en el análisis, básicamente te dice qué debes comprar en moda.
Es como tener tu propio estilista, apuntan en el análisis, al menos a primera vista. A segunda vista supone dejar que Amazon decida qué es lo que es cool y qué es lo que es tendencia. Para Amazon es una manera de aumentar la conexión de sus usuarios con el terminal y de potenciar su negocio de moda.
Y, por supuesto, que Amazon sea el ejemplo en este terreno solo supone que están jugando con las cartas de un modo más avanzado. Es, al final, como cuando se habla de smartphones y se menta a Apple y al iPhone. Como ocurrió ahí, a la larga aparecieron más jugadores haciendo negocio con ello. Lo mismo pasará aquí. Otras firmas, como Google o Facebook, ya están trabajando para posicionarse en el mercado de la inteligencia artificial y algunas, Google es el caso, han presentado asistentes.
Source: Puro Marketing