La publicidad en vídeo se ha convertido en uno de los elementos que las marcas y las empresas han adoptado como uno de los que tienen más potencial para el futuro inmediato y, en realidad, para el propio presente. El anuncio asociado a vídeos es una de las fórmulas favoritas para llegar a los consumidores en internet y para lograr con ello conectar con esos espectadores/internautas. El vídeo online no para de crecer y crecer y es una de las principales cosas que consumen los internautas cuando se conectan a la red. Para las compañías, es una manera de llegar a una audiencia millonaria.
Pero ¿cómo llegar a esa audiencia y cuáles son los mejores formatos para conectar con ella? La publicidad ligada al vídeo ofrece muchas posibilidades y las marcas y empresas tienen que saber jugar con ellas.
Según un estudio de Trusted Media Brands (TMB), elaborado sobre una muestra estadounidense (que suele funcionar como guía de lo que se impondrá en el resto del mundo en el futuro inmediato), los anunciantes están mostrando cada vez más entusiasmo por los vídeos de corta duración y los contenidos en pre-roll. Esto es, en los últimos tiempos los anuncios de breve duración y los que se sirven antes de los vídeos se han ido convirtiendo en cada vez más los favoritos de las empresas, de las agencias y de los profesionales del sector a la hora de elaborar su estrategia. Así, un 58% de los encuestados asegura que empleará definitivamente vídeos de corta duración en los próximos seis meses y solo un 3% asegura que no lo hará.
Los propios directivos del sector empiezan a verlo claro gracias al poder de los datos. Como apunta un ejecutivo al hilo del estudio, saben que sus anuncios se están viendo, pero también que solo se están viendo los primeros segundos.
Se podría decir que la industria comprende a los consumidores…, pero que también no lo hace. Esto es, se puede establecer una especie de realidad agridulce.
Por un lado, los datos del estudio demuestran que los responsables de marketing y publicidad han comprendido que los internautas están operando en velocidades diferentes en lo que al contenido publicitario se refiere. Si en la televisión los espectadores aceptan que los anuncios tengan una cierta duración y asumen que tardarán unos ciertos segundos en finalizar cada uno de ellos, en el caso de la red los receptores de los contenidos tienen una barrera de aceptación mucho más baja. La duración que en la televisión parece aceptable y asumible, en internet resulta demasiado larga y definitivamente molesta. Que se empiece a apostar por los formatos de corta duración, por los short-forms, demuestra que se ha comprendido este punto.
Por otro lado, sin embargo, los datos del estudio se pueden leer de otra manera. Porque, aunque muestren su interés por los formatos más cortos, siguen intentando posicionarse echando mano de los contenidos que se sirven en pre-roll y ese es uno de los formatos más odiados por los internautas. De hecho, los estudios y las diferentes tendencias del mercado no han hecho más que demostrar esto en los últimos tiempos. Así, por ejemplo, que de pronto se haya puesto de moda el mid-roll no es más que un síntoma más de esta realidad. Las marcas y los soportes de contenidos están experimentando con este formato porque evita que los consumidores huyan de ellos. La audiencia está cautiva mientras los recibe.
En los pre-roll, por el contrario, las cosas son diferentes y los estudios no hacen más que demostrarlo. La audiencia no está cautiva y huye en cuanto tiene ocasión de los mensajes que le están sirviendo.
Un estudio reciente señalaba que el 65% de los consumidores se salta este tipo de anuncios en cuanto puede hacerlo. Y no solo eso: el rechazo de los anuncios pre-roll está tan interiorizado que no solo se salta sino que además esto se hace por defecto. Según los datos de ese mismo estudio, el 76% de quienes se saltan esos anuncios lo hacen porque es lo que hay que hacer. Esto es, el comportamiento se ha interiorizado.
Source: Puro Marketing