Cuando se piensa en la estrategia de SEO, se suele pensar rápidamente en un par de cosas. La estrategia de posicionamiento consiste en hacer que los resultados de búsqueda beneficien a las marcas y empresas y a las páginas que a ellas les interesan. Hacer una buena estrategia de SEO implica, por tanto, posicionar en los primeros resultados de las búsquedas las propias webs y lograr que estas se mantengan en esos lugares sin ser desplazadas por las de la competencia.
Pero ¿es eso todo lo que hay que hacer en SEO? ¿O ha llegado el momento de ver las cosas de un modo mucho más complejo y asumir que la estrategia de posicionamiento no es solo eso?
Según apuntan los expertos en la materia, el SEO no consiste solamente en hacer que los links están donde deben estar. La clave no está solo en lo que se ve sino también en cómo se ve, como concluyen los responsables de un estudio sobre la materia. Igual que se suele decir en otros escenarios de la vida cotidiana y de la estrategia de las empresas que las primeras impresiones cuentan (y mucho), lo mismo ocurre con la estrategia de posicionamiento. Las primeras impresiones pueden ser decisivas para conectar con los consumidores.
Como apuntan en las conclusiones de un estudio de SearchDex, para muchos consumidores los resultados de búsqueda son la primera ocasión en la que se cruzan con muchas marcas, lo que implica que, necesariamente, lo que ven se convierta en uno de los primeros elementos que tienen en cuenta a la hora de formarse una idea sobre ellas.
«Si esa marca o vendedor aparecen en una búsqueda irrelevante, la relación ya se ha dañado», apunta a BizReport uno de los responsables del estudio. Esto es: hay que cuidar muy mucho dónde aparece uno y cómo lo hace. Puede que de entrada parezca que la clave para triunfar en SEO está en «posicionarse frente al consumidor cada vez que sea posible», pero lo cierto es que los consumidores solo quieren cruzarse con la marca o empresa cuando sea relevante en el contexto.
Un 31% de los encuestados reconoce que un resultado de búsqueda que pretendía engañarles (uno de esos de ‘ya que el Pisuerga pasa por Valladolid’) hace que sean mucho menos proclives a comprar en la web en cuestión, por mucho que la marca haya intentado entrarles por los ojos. Otro 31% se preocuparía de que fuese un ‘scan’ (básicamente, la marca se pone al nivel de los cibercriminales). Otra parte importante de los consumidores, un 27%, ante un resultado de búsqueda equívoco acabaría volviendo a una página que le ofreciera confianza.
Todo esto es especialmente importante no solo porque afecta a cómo se percibe la información que se recibe, sino también porque, a pesar de todo, muchos procesos de compra empiezan en internet de esta manera. Un 58% de los consumidores señala que empieza en los buscadores la búsqueda de información para su siguiente compra. Un 27% emplea los motores de búsqueda para leer reviews y opiniones y un 32% empieza en los buscadores directamente su compra online.
Por ello, las marcas y las empresas tienen que tener mucho cuidado con lo que hacen y con cómo lo hacen. Una buena estrategia de SEO no debe centrarse únicamente en estar en todos los lugares posibles sino que, en realidad, tiene que esforzarse por poner a la compañía allí donde debe estar.
Source: Puro Marketing