¿Ha llegado el principio del fin de los vídeos y de los anuncios en autoplay?

Federico Weidemann Sin categorizar

Uno de los formatos publicitarios en internet que más molestan a los consumidores es el de los anuncios en vídeo (o los vídeos en general) que empiezan a reproducirse solos. Cuando aparecen estudios sobre las opiniones de los consumidores, estos formatos suelen aparecer en posiciones destacadas. Pero lo cierto es que no solo hay que esperar a los estudios, posiblemente todos hemos vivido alguna vez esa experiencia de entrar en una web y que de pronto empezase a sonar un vídeo en algún lugar. Si esto ocurre en el trabajo, por ejemplo, la experiencia resulta aún más frustrante. Si se tienen varias pestañas abiertas y no se logra localizar rápido dónde está el problema también lo es, ya se esté en casa o en el trabajo.

Este tipo de formatos publicitarios tienen, por tanto, una muy mala imagen entre los consumidores, lo que lleva a preguntarse por qué marcas y medios siguen usándolos. La clave está, como siempre, en el dinero. En el mundo de los medios de comunicación online, que han visto en los últimos tiempos cómo los precios de la publicidad se desplomaban y cómo las empresas y marcas empezaban a mostrar un elevado interés en este tipo de anuncios, los vídeos parecían una solución a todos los problemas. Que los consumidores no hicieran el clic necesario para verlo no era un problema cuando se podían forzar las reglas del juego, de ahí que apareciesen esos vídeos que se despliegan en medio del texto (otro formato muy molesto) y los que empiezan a reproducirse solos. ¿Es pan para hoy y hambre para mañana? Lo más seguro pero, como ya había pasado antes con otras cosas, a los soportes publicitarios no parecía importarles. O al menos no parecía importarles en general hasta ahora.

Porque este tipo de anuncios tienen un impacto que va mucho más allá de lo que ocurre con quienes los emplean: el efecto alcanza a muchos otros jugadores y contamina a toda la industria publicitaria online. Que los internautas empiecen a usar herramientas de bloqueo de anuncios cada vez más está, al final, muy ligado a lo que ocurre con este tipo de acciones.

Y si los consumidores dejan de ver anuncios en general los afectados no son solo quienes han usado esta publicidad tan molesta, sino el ecosistema publicitario en general. El efecto lo notan todos.

Las recomendaciones de buenos anuncios y de prácticas positivas en publicidad online habían señalado ya desde hace tiempo que este tipo de contenidos deberían dejar de usarse y evitarse. Las recomendaciones han caído en saco roto, ya que quien navega por la red sigue encontrándose una y otra vez con estos formatos publicitarios. Por ello, los gigantes de la publicidad internet van a tomar medidas en el asunto. ¿Es quizás algo demasiado cercano a un abuso de poder? Hay quienes ya apuntan que es bastante probable. ¿Será el final de los anuncios y los vídeos en autoplay? Todo señala que eso es lo que espera en el futuro.

Google y Apple al ataque

Google lanzará Chrome con una suerte de adblocker de serie en el futuro inmediato. En 2018, el navegador va a empezar a bloquear los anuncios molestos. Chrome no bloqueará toda la publicidad (Google no es una compañía suicida) sino aquellos anuncios que molestan al internauta y que no entran dentro de la lista de anuncios aceptados por la Coalition for Better Ads. Los anuncios en autoplay serán unos de los que caerán.

El movimiento de Google tendrá un impacto muy importante en el mercado. No solo es uno de los gigantes cuyas decisiones tienen más peso e influencia, sino que además su navegador es de los más usados del mundo (por no decir el más usado). Pero Google además no está sola en esta cruzada. Apple también ha declarado la guerra a los anuncios en autoplay. La compañía también ha anunciado una nueva funcionalidad para Safari que bloqueará este tipo de anuncios. Puede que Safari no tenga el mismo amplio nicho de mercado que Chrome, pero la decisión es igualmente influyente. Dos de las grandes y las dos que marcan el camino a los demás se han alzado en armas de guerra.

Y esto es un movimiento que cambia por completo las reglas del juego. Las compañías de tecnología publicitaria serán de las grandes perjudicadas, como apuntan en BusinessInsider, ya que sus últimos movimientos han estado apostando por este tipo de formatos y los aún más molestos de anuncios ocultos en el texto que se despliegan al leer. Estos últimos formatos no parecen estar aún en la lista negra, pero parecen la más que probable siguiente víctima. Los editores aman el formato porque genera amplios beneficios y los anunciantes también porque permite meter lo que quieren, como recuerdan en el artículo, pero los lectores lo odian.

Piensen lo que piensen, la medida y la entrada de estos dos jugadores en los esfuerzos por bloquear esos anuncios tendrán un efecto inmediato. Los medios tendrán que cambiar de estrategia y tendrán que esperar a que el consumidor le dé a play para servir los anuncios. El vídeo en autoplay tiene un futuro bastante inestable.

Source: Puro Marketing