Cada vez hay más dispositivos conectados y cada vez hay más pantallas disponibles no solo para acceder a la información sino también para poder acceder a muchos más servicios de las compañías. Los consumidores ya no tienen por qué limitarse al escritorio en su navegación online y en su relación con las marcas. Los móviles han irrumpido como un espacio en el que los consumidores pueden estar en todo momento conectados con las marcas para preguntarles prácticamente cualquier cosa, para comprobar y comparar en todo momento y para, lo más interesante para las marcas, comprar y consumir.
Eso es lo que hace el m-commerce, el comercio electrónico desde el móvil, que ha pasado en los últimos años de ser una suerte de práctica minoritaria y una cuestión sobre la que trabajaban las marcas como ‘algo con potencial’ a convertirse en un elemento al alza y en una cuestión cada vez más y más popular. Los consumidores sienten cada vez menos miedo ante la idea de comprar desde el móvil y el m-commerce es cada vez más corriente y cada vez más decisivo para las marcas. Las cifras de algunos estudios sobre las anteriores campañas de Navidad, por ejemplo, muestran una tendencia al alza y señalan como ha ido creciendo de forma destacada el peso que los dispositivos móviles tienen en las compras durante el período.
Los consumidores están además convencidos de que van a comprar desde el móvil y de que lo harán cada vez más
Un estudio de la IAB señalaba que el 60% de todos los consumidores móviles (y teniendo en cuenta que prácticamente todo el mundo tiene hoy en día un smartphone se podría decir que el potencial para entrar en ese tipo de consumidores es el prácticamente todos) señalaba que prevén aumentar el número de compras que realizaban desde el móvil iba a crecer en los próximos seis meses. Los consumidores no solo se sienten cada vez más cómodos investigando y analizando a las marcas y a sus productos desde el móvil sino que además se sienten cada vez más cómodos comprando.
Por ello, algunos expertos ven ya en la situación actual un punto de inflexión. Es decir, el m-commerce se está acercando a ese momento cumbre, a un momento en el que las cosas van a cambiar y en el que las cosas van a tener ese momento que lo cambiará todo y que hará que el m-commerce entre directamente en lo ‘mainstream’. El m-commerce está a punto de entrar en su punto álgido.
«Ciertamente, eso es lo que parece», explicaba a BizReport Igor Gorin, fundador y CEO de Astound Commerce, recordando que cifras del mercado estadounidense en el que el 80% de todos los usuarios móviles son ya usuarios de smartphones y las previsiones que apuntan a que la cantidad crecerá en el futuro próximo. No solo están creciendo los usuarios de smartphones sino también los compradores móviles. Como apunta Gorin, si en 2015 compraban desde el móvil el 26% de los consumidores. En 2020 ya lo hacían el 33% de los compradores. Las previsiones para 2020 son las de que sean ya el 50%.
Estos números muestran una tendencia al alza y el enorme potencial que puede tener el mercado.
La evolución a futuro
Pero este impresionante crecimiento no será el único elemento que tendrá un impacto directo sobre cómo están aumentando los potenciales consumidores y sobre el poder del m-commerce. Lo cierto es que las marcas se van a encontrar con un terreno de juego mucho más complejo y mucho más variado en el futuro, uno que hará que las cosas funcionen mejor en el terreno del m-commerce.
Por ejemplo, en Europa, se ha hablado bastante de cómo la evolución tecnológica impactará en las acciones de las empresas y en sus resultados. El desarrollo del 5G, una de las grandes evoluciones del sector en los próximos años, traerá navegaciones de mucha mayor velocidad, lo que hará, o eso esperan los expertos, que los consumidores accedan desde sus dispositivos móviles a más y más cosas y hagan, por tanto, más compras desde sus dispositivos móviles.
Volviendo al análisis de Gorin, los lanzamientos de las firmas de tecnología también tendrán un impacto directo sobre las compras. Los servicios de pago, como Apple Pay, considera que harán mucho más sencillo el proceso de pago, aunque no serán lo único que cambie el panorama. «Preveo que en el futuro inmediato veremos más experiencias de comercio mucho más integradas con bots automatizados o con tecnología de voz como Siri o Alexa», apunta.
Source: Puro Marketing