Hace poco leí un artículo muy divertido en el que se argumentaba qué Darth Vader, el malvado protagonista de la saga Star Wars, sería un Project Manager estupendo «Darth Vader – The Best Project Manager in the Galaxy» . Mientras lo leía, pensaba que seguramente Darth Vader sería un magnífico Jefe de Proyecto, pero sin embargo sería un pésimo Product Manager ya que carece completamente de las habilidades que todo Jefe de Producto que trabaje en un departamento de Marketing debe tener.
En primer, un Jefe de Producto debe tener mucha habilidad para manejar e influir en equipos de trabajo sobre los que no tiene una relación jerárquica directa, de manera que todos trabajen alineados para conseguir el objetivo requerido. Este punto tan importante se le olvidó a Darth Vader cuando en el episodio 6, (creo que era El Retorno del Jedi), le dice al supervisor de la construcción de la segunda Estrella de la Muerte algo como (léase con la voz de Darth Vader) «Estoy aquí para ponerle presión. El emperador está molesto por su falta de progreso«, a lo que el supervisor responde con «¡doblaremos esfuerzos!« y Darth Vader le remata con un «Eso espero Comandante, por su propio bien«. Ya se sabe que la segunda Estrella de la Muerte acaba totalmente destruida, al igual que su predecesora. Quizá influyó que no estaba construida con el suficiente cuidado y cariño?
Otro error que comete Darth Vader y que un buen Jefe de Producto no se puede permitir es su distorsionada visión de la realidad. En el episodio IV, un general acusa a Darth Vader de querer intimidarlos con sus «cuentos«, que sin embargo «no han servido para evitar otros fracasos«. A lo que Darth Vader responde más o menos con un «General, su falta de fe resulta molesta«. Error. Un Jefe de Producto debe conocer muy bien las características del mercado al que se dirige y los productos de la competencia, y ser consciente de que muchas veces las cosas no son «como deberían ser» sino que la realidad a veces se empeña en ser diferente. Es muy importante escuchar al resto del equipo, a los técnicos, las recomendaciones de los proveedores, y no ridiculizarlos o avasallarlos cuando le dicen que no es posible cumplir con todos los requisitos iniciales.
Darth Vader tampoco llegó a interiorizar nunca en su curso de Product Manager lo del Mínimo Producto viable. Tampoco consultó a la Wikipedia o hubiera encontrado esta acertada definición: «es la versión de un nuevo producto que permite a un equipo recolectar, con el menor esfuerzo posible, la máxima cantidad de conocimiento validado sobre sus potenciales clientes». Pueden tenerse grandes metas, pero es mejor ir consiguiéndolas poco a poco. Por ejemplo, la visión de Elon Musk de colonizar Marte está empezando por lanzar vuelos de relativamente bajo coste alrededor de la órbita de la Tierra.
Todo eso se traduce en que no es necesario tener todo perfectamente automatizado y engrasado el primer día del lanzamiento. Todo lo que vea el cliente debe funcionar perfectamente, pero en background puede haber procesos manuales si de esa manera logramos lanzar antes nuestro producto. Así, se puede testar la funcionalidad principal de nuestro producto y si no funciona, no es necesario automatizar más.
La Segunda Estrella de la Muerte, que acaba siendo destruida, era muy poderosa y tenía muchas funcionalidades. Sin embargo, tenía un punto débil que permitió a la flota rebelde introducirse en ella y destruirla desde dentro. Quizá, si se hubiera construido previamente una nave más modesta, un Mínimo Producto Viable, y se hubiera hecho una buena batería de pruebas de usuario, Darth Vader podría haberse dado cuenta de ese problema antes de que fuera demasiado tarde pero claro, ¿quién necesita pruebas de usuario, si yo lo sé todo? Mal por parte de nuestro amigo Vader.
Un punto flaco más de Darth Vader. Poca capacidad de comunicación. «Es tu destino» le dice a Luke Skywalker para convencerle de que forme parte del lado oscuro. No parece una buena razón. Un buen jefe de producto debe ser capaz de alinear a personas de distintos grupos de trabajo, con distintos intereses y prioridades. Para ello, los argumentos del miedo o del «no hay más remedio» no suelen dar buenos resultados. Un buen Product Manager primero debe saber vender internamente su producto, antes de venderlo a los clientes finales. Si no consigue hacer lo primero, difícilmente conseguirá lo segundo.
Otro tema que descuidó Darth Vader como Jefe de Producto de la Estrella de la Muerte fue la usabilidad. Un solo «usuario» (Luke Skywalker) fue capaz de destruir el producto entero (la Estrella de la Muerte I) él solo (bueno, con la ayuda de la fuerza), siendo capaz de encontrar una manera de «utilizar» el producto de una manera distinta a la esperada (disparando un torpedo a través de una pequeña tubería de la nave). Es posible que el manual de instrucciones de la nave incluyera una nota que dijera algo como «No disparar torpedos a través de las tuberías, pueden causar la destrucción de toda la nave» pero es evidente que Luke Skywalker no se leyó ese manual. Si un usuario utiliza de manera errónea un producto no es culpa suya, sino de quien diseñó el producto. La usabilidad de un producto es clave en un mundo cambiante como el actual, en el que los ciclos de vida son cada vez más cortos y donde los clientes reclaman principalmente la inmediatez de los servicios dado que internet permite que puedan contactar con nosotros en cualquier momento y lugar. El usuario tiene un montón de alternativas donde elegir, y es consciente del poder que tiene una mala crítica en una red social por ejemplo. Así pues, es imprescindible ponérselo fácil y que no haya ningún problema ni con la experiencia de compra ni con el uso posterior del producto.
Por último, Darth Vader se olvidó la que quizá es la mayor y más importante habilidad que debe tener un Producto Manager: saber priorizar. Es muy fácil decir «lo quiero todo, y ahora». Pero hay veces que es directamente imposible. Normalmente, un producto está en constante evolución, incorporándose mejoras y nuevas funcionalidades para hacerlo más competitivo y para adaptarse a los requerimientos de los nuevos clientes. Sin embargo, todo debe llevar su proceso. Es un error frecuente tratar de hacer demasiadas cosas a la vez sobre el mismo producto, sobrecargando las versiones del mismo y dando lugar a errores y fallos de funcionamiento que acaban suponiendo insatisfacción para los clientes. Hay numerosos ejemplos de productos que fracasaron por tener enormes fallos técnicos difíciles de comprender. Una de las empresas más exitosas del mundo, Apple, lanzó en 1992 el Apple Newton Message Pad, una especie de predecesor del iPad, capaz de reconocer la escritura y sincronizar contactos y calendario con el ordenador. Las baterías se agotaban rápidamente y los fallos en el reconocimiento de la escritura eran constantes, por lo que el producto, que probablemente se lanzó demasiado pronto, en un momento en el que el mercado no estaba preparado para ese tipo de dispositivos, acabó en un rotundo fracaso? al igual que la Estrella de la Muerte de Darth Vader.
No soy un gran fan de Star Wars, así que seguramente no he transcrito perfectamente las frases de las películas. La conclusión en todo caso es que no es tan sencillo llegar a ser un buen Jefe de Producto pues se requieren de unas habilidades y una capacitación que no está al alcance de cualquiera (ni siquiera el Poderoso Lado Oscuro de la Fuerza fue capaz de formar a uno).
Source: Puro Marketing